#IceBucketChallenge

Durante prácticamente todo el verano hemos visto en los diferentes medios de comunicación y redes sociales como famosos y público en general, aceptaba el reto de tirarse un cubo de hielos o de agua helada por encima, mientras retaba a otras tres personas a continuar con el movimiento.
El movimiento denominado #Icebucketchallenge tiene un símil fantástico con la patología ELA, ya que si el agua está suficientemente helada, el individuo se queda por unos segundos paralizado, dándole al reto del cubo helado un paralelismo con los síntomas de la enfermedad: parálisis muscular extendida a todo el cuerpo de los pacientes de ELA (Esclerosis lateral amiotrófica), una enfermedad neurodegenerativa con diagnóstico mortal que en España afecta a 2.800 personas.
Pues bien, desde el inicio del movimiento Ice Bucket Challenge lanzado desde Estados Unidos por los familiares y amigos de Pete Frates en la Plaza Copley de Boston- un chico de 29 años y jugador de béisbol americano cuya enfermedad le fue diagnosticada hace dos años- y por la ALS Association, y su expansión por todo el mundo, a nivel personal- uno no podía evitar analizar desde un punto de profesional el fenómeno viral, fundalmentalmente el análisis desde un punto de vista de marketing de la campaña y de su verdadero objetivo, recaudar fondos económicos destinados a financiar la investigación sobre nuevas terapias para la enfermedad de ELA.
Desde el punto de vista de marketing la viralidad del reto del cubo helado ha sido mundial, fantástica e inmejorable, sin duda el fenómeno del verano 2014; sin saber muy bien porque, hemos visto a todo el mundo tirarse un cubo de agua helada por encima, no le hemos prestado mucha atención a las palabras previas de los protagonistas, lo que llamaba la atención era la manera de ejecutar el reto y la reacción del individuo tras recibir el baño helado. Precisamente el mensaje previo al cubo helado iba variando: «me han dicho que si no lo hago tengo que donar 100 dolares, pero si lo hago sólo tengo que donar 10 dólares». o era que la campaña consistía en: «o aceptas el reto del cubo helado, o donas«. O todo lo contrario, «aceptas el reto del cubo helado y donas». Obviamente el concepto dona (100-10) es el correcto. Por otra parte, hay quien puede ver el movimiento como una manera sencilla de lavarse la conciencia, o es visto como exhibicionismo, activismo vago, etc. Por otra parte hay quien critica a la campaña como pasajera, pero no me parece casual el hecho del reto del cubo helado en los meses de verano en US. ¿Y por qué la gente se planteaba retos alternativos?, ¿y el concepto se diluía en el hecho? Otras ONG´s lanzarán ahora su propio reto, y probablemente nos genere agotamiento tanto reto.
Vayamos entonces a lo relevante del #Icebucketchallenge, queremos conocer la repercusión
plasmada en ayudas económicas de la campaña.
Sin duda en US, el éxito de la campaña ha sido espectacular. ALS Association nos decía hace unos días a través de su página web, que su asociación había alcanzado los 110,9 millones de dólares en donaciones- a día 29 de agosto- tras la campaña #IceBucketChallenge, frente a los 2,8 millones de dólares recibidos en el mismo período del año pasado (29 de julio- 29 de agosto).
No podemos decir lo mismo en España, donde la causa tan sólo había recibido 1.000 euros a fecha 21 de agosto, según las declaraciones en prensa de la presidenta de la Asociación Española de Esclerosis Lateral Amiotrófica (AdELA), Adriana Guevara.
Así que, amigos españoles, más euros y menos cubos de agua helada, tomen nota en este enlace de ADELA, de cómo realizar su aportación.