#HEOR: está todo por hacer

Algo se mueve alrededor de la Economía de la Salud, y lo cierto es que todos los agentes implicados son conscientes de que- al menos de momento- no está instalada una verdadera conciencia crítica de evaluación de la Economía de la Salud, y aunque estas evaluaciones son requeridas a las Compañías, finalmente no son tenidas en cuenta desde la Administración como debiera ser oportuno. Es verdad que se están dando pasos hacia delante, pero todavía queda mucho por hacer.
Como bien apunta Pilar García- Gómez; presidenta de AES, en su columna de opinión de La Gaceta Médica, “sería necesaria la definición de una fase piloto, con unos objetivos claros y correctamente definidos, para proceder a una correcta evaluación desde la lógica, la evidencia, la imparcialidad y la excelencia científica, y por supuesto un acceso púbico a las decisiones finales, garantizando la transparencia de los procesos y por supuesto la posibilidad de bases sólidas para el arranque de futuras valoraciones”.
También me han parecido tremendamente razonables las argumentaciones sobre sostenibilidad  de Javier Anitua– General Manager de Mylan en España- en una entrevista concedida a El Global, donde hacía referencia a que “una política de recortes permanentemente a la baja y con una visión totalmente cortoplacista no garantizaría la sostenibilidad del ningún Sistema Nacional de Salud”. Y es que efectivamente así es, como en cualquier borrador de un modelo de negocio (business plan), es necesaria una visión a largo plazo, con estaciones intermedias a corto y medio plazo, manteniendo en todas ellas el objetivo de la misión.
Hace pocos días leíamos en algún medio, cómo desde el Ministerio y la Patronal de la industria farmacéutica en España,  anunciaban la intención de negociar la búsqueda un techo de gasto que no discrimine a pacientes de diferentes comunidades autónomas de España.  Además de esta declaración de intenciones, quizás sea bueno establecer diferentes protocolos macro, como  por ejemplo, el riesgo compartido, para garantizar un manejo razonable y argumentado de las diferentes variantes que nos ofrece la Economía de la Salud y/o Fármaco-economía. Tenemos un buen ejemplo, en el acuerdo de riesgo compartido que viene de cerrar Amgen en Cataluña para la comercialización de panitumumab.
Y es que no nos olvidemos del sin sentido de incluír una novedad terapéutica en la cartera de servicios sanitarios de un país, y en la posterior diferencia de equidad en el acceso al mercado dentro de los diferentes territorios de ese mismo país; quizás por ello la insistencia de la OMC (Organización Médica Colegial) de integrar a las autonomías en una agencia de valoración. Así funcionan y se organizan las Comisiones de Valoración Autonómicas en España (consultar PDF***)
La evidencia es que el concepto Economía de la Salud está muy por debajo de su utilidad real en las políticas de evaluación, y esto ha llegado hasta el Parlamento Europeo, en donde desde los sonados fracasos del proceso de evaluación en toda Europa por el proceso SOVALDI* y la gestión del tratamiento del ébola**- especialmente en el primero- han sido criticados públicamentedesde grupos políticos, organizaciones médicas y asociaciones de pacientes, incluso desde los medios de comunicación. Todas estas reacciones han encendido las alarmas del ente europeo hacia la búsqueda de la “combinación ideal” para estos procesos de evaluación económica, en la que por cierto no se contemplan ni copagos, ni descuentos por parte de un estudio realizado por la Comisión Europea.
En otro informe, denominado  Value in Pharmaceutical Pricing presentado en las pasadas jornadas AES, se muestran las valoraciones de las políticas de precios y reembolso de 14 países de la OCDE; y éste estudio, reconoce que España no está utilizando de forma sistemática la evaluación económica en sus tomas de decisiones, aunque bien es cierto que tan sólo siete países sí lo hacen de forma regular.
Sin duda, un adecuado acceso a las innovaciones, empezando por las propias compañías investigadoras ( véase caso Gilead) y un adecuada valoración y cooperación desde la administración sobre las evaluaciones económicas de estas innovaciones (véase caso UE), son indispensables para dotar de sentido común el acceso a estas innovaciones terapéuticas de la población para el mejor control de sus patologías.
Y a la par de esa evolución hacia el sentido común de las valoraciones económicas sobre las innovaciones, evolucionarán también las figuras dedicadas al Acceso al mercado de las Compañías Lifesciences & Healthcare.
*Valoracion de Sovaldi por NICE ( Instituto Nacional de Excelencia para la Salud de Reino Unido, donde aprueba y reconoce que Sovaldi es una mejora evidente sobre las opciones existentes).

** EBOLA, Ebola is a global economic crisis and requires a global response.


Fuente gráficos: El Global.