Seguro que allá por septiembre de 1997, ni Larry Page, ni Sergey Brin (en aquel momento estudiantes de un Doctorado en Ciencias de la Computación en la Universidad de Standford), no tenían ni idea del alcance que aquel registro del dominio Google, inicialmente pensado para desarrollar su motor de búsqueda resultado de su tesis doctoral, iba a tener en lo que hoy conocemos como internet.
Exactamente un año más tarde, fundan la compañía Google Inc. y en el mismo mes estrenan su motor de búsqueda. Desde ahí, infinidad de desarrollos y aplicaciones, tomando como base el buscador por excelencia, hasta llegar a las Google Glass, Nexus 7 como últimos abordajes de la Compañía de Page y Brin, entre otros muchos.
Seguro que ni se imaginaban la repercusión mundial de aquella inicial tesis doctoral, pero; ¿y su aportación a la investigación contra el cáncer? En algún momento de la vida de estos genios, se les pasó por la cabeza que el algoritmo del Page Rank de Google, serviría para que un equipo de investigadores de la Universidad del Sur de California (USC), Clínica Scripps, el Instituto de Investigación Scripps de la Universidad de California, el Centro de Cáncer Moores y el Memorial Sloan-Kettering en Nueva York, utilizasen el mismo algoritmo matemático que el Page Rank de Google y el de Viterbi para la comunicación digital a la hora de analizar los patrones de diseminación del cáncer de pulmón.
Modelo de cadena de Markov
«Mediante el empleo de un sofisticado sistema de ecuaciones matemáticas conocidas como modelo de cadena de Markov, el equipo de investigación descubrió que el cáncer de pulmón metastásico no avanza en una sola dirección desde el sitio del tumor primario a lugares distantes, como se había creído hasta ahora. En cambio, encontraron que el movimiento de las células cancerosas en todo el cuerpo probablemente se produce en más de una dirección a la vez.
Los científicos también aprendieron que el primer sitio en la propagación de las células desempeña un papel clave en la progresión de la enfermedad. El estudio demostró que algunas partes del cuerpo sirven como ‘esponjas’, donde es relativamente improbable que las células de cáncer de pulmón generen mayor propagación a otras áreas del cuerpo, mientras que otras son como ‘esparcidoras’ de las células del cáncer de pulmón.»
Avance tecnológico e investigación científica nunca habían podido ir tan de la mano. Todavía habrá quien nos diga, que tengamos cuidado con todo lo que suene a nuevo y diferente, que nos traerá problemas!
Fuente, El Confidencial
Foto, dosdigitos.com