José A. Vidal

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La geopolítica llega al mercado farmacéutico

En 2025, bajo la presidencia de Donald Trump, la política arancelaria de Estados Unidos (USA) ha dado un giro estratégico hacia el sector farmacéutico, marcando una de sus áreas más sensibles: medicamentos patentados, fármacos de marca y biotecnología. En particular, Trump anunció la imposición de aranceles del 100% sobre productos farmacéuticos importados al país que sean de marca o patentados, salvo que el fabricante esté construyendo plantas de producción en USA.

Al mismo tiempo, en julio se firmó un acuerdo comercial entre la UE y USA que incluiría un tope de arancel del 15% para bienes exportados desde la UE a USA, que según las autoridades europeas cubriría también el sector farmacéutico.

Esta doble dinámica -amenaza de arancel muy alta vs. acuerdo de techo arancelario– ha generado incertidumbre, movimientos de adaptación en la industria farmacéutica y tensiones políticas entre América del Norte y Europa.

El sector farmacéutico es especialmente importante tanto para USA como para los países europeos, no solo por su contribución al PIB, empleo, exportaciones, sino porque impacta directamente a la salud pública, al acceso a medicamentos y a los gastos de los sistemas sanitarios. La posibilidad de que los aranceles encarezcan medicamentos interrumpa cadenas de suministro o desincentiven la innovación son cuestiones de gran calado. Europeos y americanos, fabricantes y pacientes, están observando con atención las señales de estas políticas, su aplicación concreta y sus posibles efectos a mediano plazo.

En los primeros meses de 2025, Trump declaró su intención de imponer aranceles sectoriales sobre productos farmacéuticos importados -se habló de tasas del 25% inicialmente, pero varias declaraciones apuntaron a que podrían elevarse hasta un 100% para productos patentados o de marca, salvo aquellas empresas que ya estén construyendo instalaciones productivas en territorio estadounidense.

Europa reaccionó con preocupación, pues un gran volumen de exportaciones farmacéuticas europeas va hacia USA y países como Irlanda, Bélgica, Suiza o Alemania tienen industrias farmacéuticas con alta exposición a este mercado.

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El gráfico muestra las exportaciones absolutas (miles de millones de euros).

Un análisis de EY estimó que, si se aplicara un arancel del 25% sobre medicamentos importados, los costes de los fármacos en USA podrían aumentar en unos 51 mil millones de dólares anuales, lo que implicaría subidas de precio de hasta ~12,9%, si los importadores repasan totalmente el coste al consumidor.

Además, los productos farmacéuticos de marca son los más vulnerables, pues están protegidos por patentes y carecen de alternativas genéricas fáciles; eso les da poca flexibilidad para absorber costes sin trasladarlos al precio final.

Otro efecto importante es sobre la manufactura y las inversiones. Empresas como Roche han anunciado inversiones por 50 mil millones de dólares en plantas de producción en USA para mitigar el riesgo de estos aranceles.

También se ha observado que algunas empresas están reconsiderando dónde ubicar su producción futura, incluyendo reubicaciones o ampliaciones en USA, para asegurarse de que productos patentados importados desde Europa queden exentos de los aranceles, según las reglas declaradas.

Países con fuerte presencia farmacéutica exportadora hacia USA se encuentran en una posición de riesgo. Irlanda destaca como uno de los más expuestos: buena parte de sus exportaciones dependen del mercado estadounidense, incluyendo producción de empresas farmacéuticas de USA localizadas en Irlanda.

Bélgica también se ve afectada; su industria biofarmacéutica exporta miles de millones de euros a USA y la incertidumbre sobre los aranceles ya ha provocado reacciones en bolsa y preocupación por posibles pérdidas de empleo.

Adicionalmente, las cadenas de suministro podrían verse perturbadas: muchas materias primas, ingredientes farmacéuticos activos (APIs), componentes intermedios o herramientas regulatorias pueden provenir de distintos países de la UE o incluso de terceros países, y los aranceles podrían encarecer esos insumos o provocar demoras. Esa inestabilidad podría redundar en desabastecimientos o retrasos en la llegada de medicamentos al mercado.

Hay también un componente legal y regulatorio: algunos analistas advierten de que los aranceles tan elevados podrían violar normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que protege en muchas jurisdicciones a los productos farmacéuticos de aranceles altos.

Además, las empresas europeas han puesto en marcha lo que se ha llamado “task forces” arancelarias, para prepararse frente al riesgo de aplicación efectiva de estos gravámenes.

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El gráfico refleja la dependencia relativa de cada país respecto a USA.

Las medidas arancelarias tienen un efecto catalizador: no sólo amenazan con alterar significativamente los flujos de comercio farmacéutico, sino que impulsan cambios estructurales en la industria global.

En primer lugar, se observa una aceleración en la deslocalización de la manufactura hacia USA o al menos hacia regiones donde los productos puedan beneficiarse de exenciones arancelarias. Las inversiones anunciadas por compañías como Roche, Novartis, J&J, entre otras, apuntan en esa dirección. Esto podría disminuir parte del riesgo para aquellos productos afectados por los aranceles, pero conlleva costes altos, plazos largos, y desafíos técnicos y regulatorios. Si esas plantas no estuviesen listas para cuando se apliquen aranceles completos, el efecto sobre los costes podría ser inmediato y severo.

En segundo lugar, para Europa habrá un periodo de adaptación. Algunos países podrían perder competitividad exportadora, ver afectados sus ingresos fiscales derivados del sector y, en casos extremos, sufrir pérdidas de empleo en regiones muy especializadas en producción farmacéutica. Sin embargo, los acuerdos comerciales como el techo del 15 % pactado en julio, si se respeta, ofrecerán cierto colchón, al menos reduciendo la incertidumbre y evitando los peores escenarios de arancel del 100%.

En cuanto al efecto sobre pacientes y sistemas de salud, existe el riesgo de que los precios de los medicamentos patentados aumenten -tanto en USA, como indirectamente en Europa- si los costes de producción, importación y regulaciones se encarecen. En USA los consumidores podrían enfrentar precios más altos si los aranceles se trasladan hacia ellos. En Europa, aunque los productos exportados no necesariamente subirían de precio localmente, la tensión podría venir de menor inversión en I+D, demoras regulatorias o cambios en la oferta global, lo que podría afectar la disponibilidad de ciertos medicamentos o terapias especializadas.

Por último, el desenlace dependerá en buena parte del seguimiento político, regulatorio y comercial. Si los aranceles se imponen plenamente, pero con muchas exenciones o medidas de mitigación, los efectos negativos podrían amortiguarse. Pero si por otra parte, se aplica una política rígida sin margen para adaptaciones, el coste económico y social podría ser considerable. Europa ya ha mostrado capacidad de negociación (como el acuerdo del 15% de tope), así como voluntad de defender sus intereses, lo cual podría prevenir los escenarios extremos.

El panorama para el mercado farmacéutico en 2025 revela que las medidas arancelarias de Trump no son simplemente una amenaza abstracta, sino una fuerza real que está impulsando transformaciones en dónde se producen medicamentos, cómo se regulan los intercambios internacionales, quién absorbe los costes y cómo se aseguran los suministros. En última instancia, la salud de los ciudadanos se ve implicada tanto como los balances comerciales, y será clave observar cómo evolucionan los acuerdos internacionales, la capacidad de la industria para adaptarse, y la respuesta de los sistemas regulatorios.

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PÍLDORAS FORMATIVAS:

Master internacional en Medical Affairs. Programa que forma parte de la oferta educativa de la Escuela BioTech y Pharma. In Memoriam César Nombela. Certificado por la Universidad Católica de Ávila. Información.

Advanced Management Program. IE Business School. Programas de Desarrollo Directivo. Información.


PÍLDORAS DE LECTURA:

Predecir con IA la progresión de enfermedades en el tiempo. Cura-e-Salud, por Jose Manuel Cacho.

Un gemelo digital para vigilar y tratar el cáncer de próstata de forma personalizada. Entrevista a Guillermo Lorenzo en La Voz de Galicia.

 El fin de una era. La Bonilista, por David Bonilla.

 The Blow to Transparency: How Big Pharma Turned Principles of Médecins Sans Frontières (MSF) Against Itself. Geneva Health Files.

 #244 Contando calorías y macros. Suma Positiva, por Samuel Gil.

Tesis Novo Nordisk. Galician Investor.

 Anatomy of a Biotech Failure: Part II. Libraries for the future.

 ¿Hospitales de inteligencia artificial? El futuro de la sanidad ya no es ciencia-ficción. Enrique Dans.

GHF Plus: How Geopolitics Has Reshaped Global Biomedical Investments in 2025. Geneva Health Files

#05 · Guía práctica de prompting para sanitarios que quieren usar bien la IA. Píldoras digitales por Alfredo Montero.


PÍLDORAS DE STARTUPS:

Oportunidades de inversión. Capital Cell.


PÍLDORAS DE EVENTOS:

La nueva regulación EU HTA y las oportunidades para los pacientes. Fundación ITT, Congreso de los Diputados, Madrid. 10 de octubre, 11 am. Registro.

Defining Patient-Centered Access to Improve Health Outcomes. ISPOR. 8 de octubre de 2025. Registro.

ISPOR Europe 2025. Noviembre, 9-12, 2025 | Glasgow, Scotland

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